miércoles, 24 de octubre de 2007

Perspectivas para el desarrollo de la empresa familiar

Nuestro ordenamiento jurídico no define a la empresa familiar, únicamente nuestro código civil regula que las empresas se pueden constituir como patrimonio familiar, pero deja lagunas legales que provocan que no se sepa exactamente que rol juega tanto la familia como la empresa cuando se instituye este sistema de administración de bienes familiares. Mantener vivo un negocio familiar es, probablemente, una de las tareas más difíciles para un empresario, siendo un hecho que las empresas familiares que logran subsistir hasta la tercera generación familiar son muy escasas.

Resulta curioso observar que en la mayoría de los casos su fracaso no se ve impulsado por políticas impositivas regresivas, cambios tecnológicos importantes o decisiones gubernamentales desacertadas. El principal motivo de fracaso de este tipo de empresas en su mayoría, esta dado por la acción improvisada o inacción de sus propietarios.

No existe una filosofía familiar o visión de futuro que resulte ser la mejor; esta dependerá de cada organización en particular. Lo que si es cierto es que podemos enunciar tres principios comunes a toda empresa y familia y que deberían estar presente en cada miembro activo de la misma: a) Dedicación con vistas al futuro, b) Adecuada comunicación interna, c) Planificación racional y consistente.

Otra situación que debe enfrentar la empresa familiar, es el cambio generacional, gran parte de las empresas creadas en los 60`s y 70`s han de sufrir, ineludiblemente el proceso de sucesión en poco tiempo, este proceso origina sus propios conflictos, que vienen a añadirse a los indicados.

Todo este panorama, justifica la necesidad de un tratamiento distinto y personalizado para cada empresa familiar que ayude a separar familia y empresa y a planificar la sucesión, para poder establecer un programa de desarrollo continuo de la empresa. Este programa debe ir orientado en el siguiente sentido:

A) Planificación fiscal, para minimizar la carga tributaria de la actividad empresarial en su conjunto.

B) Auditoria Jurídica, para conocer el estado de la empresa y planificar el crecimiento de la empresa en las mejores condiciones permitidas por el marco legal en que aquella se ha de desenvolver.

C) Compartimentar riesgos, es decir, separar activos empresariales de los que no lo son, tales como viviendas, vehículos familiares, cuentas monetarias del núcleo familiar, para evitar la posible comunicación de responsabilidad a activos que, en definitiva, constituyen el patrimonio del empresario y no deberían estar afectos a las resultas del negocio.

D) Preparación del cambio generacional, por medio de la creación de un plan de jubilación del o de los dirigentes actuales de la empresa, una formación integral del sucesor y un plan de distribución de acciones para los herederos de los accionistas, dirigido todo esto a conseguir que la propiedad de la empresa familiar continué en el futuro en manos de la familia.

La implementación de estos puntos básicos, transformarán, con el devenir de escaso tiempo, a su empresa en una organización eficiente y con la posibilidad de poder pronosticar un futuro económica y familiarmente, atractivo e interesante.

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