jueves, 24 de noviembre de 2016

FINANCIAMIENTO DE LOS JUICIOS EMPRESARIALES

Muchas empresas y empresarios han sido parte en una demanda y muchos otros están involucrados en múltiples demandas cada año, en algunos casos como demandantes y en otros como demandados. Litigar siempre resultará impredecible puesto que la decisión está en manos de jueces y magistrados, el haber ganado en una instancia no garantiza que se confirmará el fallo en la segunda ni tampoco que no pueda ser revertido el resultado en casación o amparo.

Este problema del litigio que afecta no solo económicamente, sino que también en el tiempo y estado de ánimo de los miembros de la empresa es un costo que la mayoría de empresas preferirían evitarlo. Sin embargo, las empresas muchas veces tienen que enfrentar litigios necesarios para hacer cumplir los derechos contractuales, para evitar que los competidores cometan competencia desleal u otras regulaciones comerciales, para defenderse de trabajadores que reclaman pago de prestaciones, algunas veces reales otras ficticias, o para proteger la propiedad intelectual. Incluso cuando se requiere una acción legal, los departamentos legales internos pueden sentirse limitados en su capacidad para dirigir y procurar demandas debido a que no son sus principales atribuciones.

Por ello, contratar una firma de abogados externa para los litigios generalmente es una buena idea, sin embargo, el problema con los litigios es que son costosos en tiempo y dinero.

Existen varias formas los abogados litigantes cobran sus honorarios: puede ser una tarifa fija, independientemente del resultado del proceso; puede ser un porcentaje de lo ganado en el juicio; puede ser por hora invertida, entendido que no todos los procesos son tan complejos que necesiten la misma cantidad de horas de dedicación; o bien, puede ser una combinación de estos.

El reto para el empresario es encontrar la mejor forma de financiar los litigios de la empresa, sin que resulte perjudicial para las finanzas.


El análisis del caso desde el punto de vista legal y financiero.

Normalmente, las propias empresas financias sus litigios para pagar honorarios de abogados y otros gastos incurridos durante estos, sin embargo no cuentan con una partida específica para hacer frente a estos gastos, por ello, el primer paso para determinar la necesidad de demandar o contestar una demanda es hacer una evaluación de distintos atributos del proceso incluyendo, entre otras cosas, la solidez de la reclamación, el estado actual de la ley aplicable, las capacidades de los abogados de cada lado de la controversia, asuntos jurisdiccionales, las consecuencias para la empresa y sus directivos y accionistas de no demandar o contestar la demanda, posibilidad de condena en daños y la capacidad de hacer cumplir una sentencia. Si después de este análisis el caso se determina que es fuerte en los méritos y pasa los requisitos de forma y fondo indicados, se procede a buscar los fondos para el financiamiento. Otro punto importante es que no en todos los juicios se tiene un resultado económico que aumente las arcas de la empresa, sin embargo, si la reclamación se resuelve con éxito, ya sea mediante juicio o arbitraje, la empresa recupera su reclamación, más un monto por gastos judiciales.

Un abogado litigante, además de sus servicios profesionales en la dirección y procuración de juicios, debe de proporcionar al cliente Ayuda a entender y administrar los honorarios y gastos incurridos en el proceso de reclamaciones legales, evaluar objetivamente los méritos de las reclamaciones legales de una empresa, entre otros.

Como parte del proceso de contratación, las empresas deben solicitar que el abogado litigante proporcione un presupuesto detallado y un plan de gestión de casos, lo que debería reflejar la comprensión por parte del abogado de las diferentes estrategias empleadas en los litigios. El presupuesto de litigios y el plan de manejo de casos deben reflejar un enfoque pensativo de la práctica de descubrimiento y movimiento, todo diseñado para un propósito: Preparar el caso para que, en el juicio, el juez o árbitro puede percibir claramente los méritos de nuestra argumentación.

Un presupuesto de litigios bien preparado y un plan de manejo de casos también proporcionan información valiosa sobre otros elementos clave del enfoque de litigios y la estrategia de casos. Estos elementos incluyen el tamaño y los miembros del equipo del despacho, las contribuciones que cada abogado hará en el litigio, y los honorarios y gastos previstos que se incurrirán a lo largo del juicio.

Lo más importante, debe ser una evaluación honesta de los honorarios y gastos anticipados de los abogados que serán incurridos para litigar con eficacia las demandas legales de la compañía. Los presupuestos de litigios que infravaloran los honorarios y gastos de los abogados previstos son inútiles para una empresa porque los hacen incurrir en errores al contratar. Del mismo modo, los presupuestos legales excesivos y los planes incompletos de manejo de casos plantean preocupaciones inmediatas sobre la manera en que una demanda será perseguida.


Cómo financiar los litigios comerciales.

Además de las formas tradicionales tales como préstamos bancarios, existen otros lados en los cuales puede hacerse frente al pago de abogados para un juicio.

El primero de esto podría ser la suscripción de nuevas acciones por los accionistas de la sociedad para que con ese monto se haga el pago de los gastos del juicio, de esa forma, los accionistas adquieren más acciones de la compañía y esta no tiene que devolver el dinero puesto que no es un préstamo que se hace.

Otra forma, es que para obtener la liquidez se contrate con una entidad financiera un contrato de recepción de pagos en el cual la entidad financiera adelanta a la empresa los montos de las facturas pendientes de cobro menos una comisión.

Una manera diferente de enfrentar el juicio, puede ser mediante una cesión de derechos litigiosos a otra empresa o persona, quien podrá financiar el proceso a cambio de todo o parte de los beneficios que se reciban si se gana el mismo, no obstante, para ello se necesita de un análisis legal de las probabilidades que se tienen de éxito para llegar a un acuerdo.

Estructuración del acuerdo de honorarios para alinear los intereses de las empresas.
Actualmente, los bufetes de abogados para captar clientes proporcionaran alternativas al modelo tradicional de facturación conforme arancel. Muchos directivos de la empresa consideran esto como una oportunidad de negociar descuentos de tarifas o reducir las tarifas de la firma de abogados, otros lo ven como una oportunidad para alinear mejor los intereses del bufete de abogados y la compañía, porque se puede buscar una fórmula que beneficie a ambas partes y además estimule a que el despacho de abogados trate como prioridad su proceso judicial o arbitraje.

Muchos bufetes de abogados tradicionalmente son adversos al riesgo. Como resultado, los arreglos alternativos de honorarios que requieren que los bufetes de abogados se arriesguen, tal como pasa en los arreglos de honorarios completos o parciales u otra compensación basada en el éxito, a menudo son una propuesta nueva y desafiante que no todos los abogados están dispuestos a aceptar. Sin embargo, un acuerdo con un abogado en el cual este gana solo en función de una “success fee” puede ser contraproducente también para la empresa, porque al haber un posible arreglo anticipado del litigio, esto contraríe los objetivos económicos del abogado, y puede redundar en que el abogado desaconseje o trunque la transacción y se pierda la oportunidad de una terminación anticipada. Es esencial para la empresa que le abogado sea ético y que su objetivo siempre sea el beneficio del cliente.


Conclusión

Las empresas a menudo se sienten limitadas en su capacidad para perseguir demandas comerciales debido a restricciones presupuestarias u otras restricciones. El financiamiento de litigios permite a las empresas de todos los tamaños plantear demandas válidas sin aumentar los presupuestos legales o exponer a las compañías a riesgos adicionales.

La financiación de litigios comerciales todavía está en sus primeras etapas, pero la demanda sigue creciendo a un ritmo rápido. Para las empresas y sus departamentos jurídicos internos, la financiación de litigios comerciales ofrece un mayor acceso a la justicia sin el riesgo y el costo normalmente asociados con los litigios.



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